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El bajo ha dejado de ser un instrumento de relleno; es más, no existen instrumentos de relleno, todos cumplen un determinado papel. Aunque es cierto que el público reconoce más el sonido de una guitarra eléctrica o piano, el bajo siempre está presente sosteniendo la canción.
Más allá de ser un instrumento de base, el sonido de un bajo es un elemento más que estimulante al momento de componer. Es posible ejecutar líneas solistas; interpretar acordes con notas comunes y con armónicos; y también crear bases que sirvan como fundamento para una nueva canción. Me viene a la memoria un viejo disco en donde una de las canciones estaba integrada únicamente por bajo, batería y voces. Un ejemplo más que conocido es ?Another one bites the dust?, de Queen, en donde John Deacon ejecuta una base que soporta toda la canción.
En este artículo compartiré algunas pautas para tener en cuenta en el momento de crear líneas de bajo, ya sea para buscar nuevas ideas para componer, o bien, para buscar frases con el objetivo de crear las bases de canciones.
Algunos bajistas, especialmente aquellos que recién se inician, desconocen el potencial de este hermoso instrumento, y se dedican únicamente a dejar el bajo relegado a las tareas de base, poniendo a un costado los diversos recursos que un músico puede utilizar.
No hay que caer en la idea equivocada de necesitar contar con un bajo de cinco o seis cuerdas para expandir los recursos del instrumento; un buen bajista sabrá maximizar la utilización de cada nota de cada cuerda, y emplear todo el contenido de los acordes de la armonía, en la búsqueda de la mejor base.
Preparé tres ejemplos basados en la misma armonía y ritmo. La idea es analizar qué se utiliza en cada caso, pensando en aplicaciones prácticas. Como se puede observar en las ilustraciones, la armonía está formada por dos acordes en tiempo de redondas, que se repiten para formar una extensión de cuatro compases. Los acordes son Sol m7 y Sol 13.
No dejen de escuchar los ejemplos de audio.
Ejemplo 1
El primer ejemplo utiliza solamente la nota Sol. Esta ?limitación? melódica invita a la experimentación rítmica, que es precisamente el objetivo de este ejemplo. Como se aprecia, simplemente mirando la representación en el pentagrama, existe suficiente lugar o espacio entre los bloques o grupos de notas; es más, el segundo compás fue dejado en silencio.
No hay que temer por dejar espacios en silencio; precisamente, esos espacios son los que harán que las notas de la línea se destaquen. Cuando una línea de bajo ? o de cualquier instrumento ? no presenta silencios, corremos el riesgo de crear una base monótona y aburrida. A veces, es necesario mantener un pulso constante, pero esa idea es indicada sólo para ciertas situaciones.
Cuando nos enfrentamos a la creación de una nueva línea de bajo debemos prestar atención a todos los detalles de la canción. El bajo es un instrumento que cumple dos funciones: armónica/melódica y rítmica. En consecuencia, podemos aprovechar estos aspectos para agregar a nuestra base o línea todo aquello que nos dejen los otros instrumentos. Considerando lo anterior, vemos en el pentagrama, que la parte de teclados ? que bien podría ser interpretada por una guitarra ? está compuesta por sólo dos acordes en tiempos lo suficientemente largos para agregar elementos rítmicos que destaquen la base.
Ejemplo 2
Vemos aquí, la utilización de las notas que componen los acordes. En el primer compás, en una modalidad Walking, la línea pasa por la nota raíz (Sol), su tercera menor (Sib), y la séptima menor (Fa). A continuación, la primera mitad del segundo compás continúa la línea del compás anterior. En lo que respecta a la parte rítmica, en la segunda parte del compás opté por cambiar la figura de negra (1/4) por una combinación rítmica de semicorchea (1/16) y corchea (1/8) con puntillo. En lo que refiere a la parte armónica/melódica, en este compás se agrega una nota que no forma parte del acorde (Do), pero considerando la disposición rítmica de las notas, otras notas también pueden ser efectivas; no obstante, cada una agregará un color diferente a la frase.
En el tercer compás se vuelven a utilizar los silencios, colocando sólo dos notas que equivalen al tiempo de una negra (1/4) en el segundo tiempo fuerte del compás. Teniendo en cuenta que en los dos compases anteriores, la línea de bajo posee una continuidad bien definida, el silencio inicial de este compás se comporta casi como una nota; el par de notas y el extenso silencio que siguen, acentúan aún más el peso rítmico de la fase.
En el último compás se invierte la posición de los silencios. Aquí, se desplaza hacia el segundo y al cuarto tiempo fuerte del compás. Además, para obtener un poco más de variedad, los dos pares de notas no son iguales, rítmicamente hablando, sino que poseen una pequeña diferencia que da mayor interés a la línea.
Ejemplo 3
Se vuelve a trabajar sobre las notas que componen el acorde. Observamos en el primer compás la presencia de las notas Sol, Sib y Fa, en una disposición rítmica diferente a la utilizada en los ejemplos anteriores.
En el segundo compás presenta una disposición rítmica similar a la anterior, pero se utilizó un silencio al final con la intención de llamar la atención al ?apagar? repentinamente el sonido del bajo.
Otro elemento que se agrega en este compás, es la inversión del acorde. Como puede apreciarse, la línea ejecuta la nota Mi sobre un acorde cuya raíz está en la nota Sol. Teniendo en cuenta las notas del acorde, y la utilización de la nota Mi como base, obtenemos aquí la conversión hacia un Mim7.
En el tercer ejemplo, aparece nuevamente la línea tipo ?Walking bass?. Como detalle a mencionar, vemos la aparición de una síncopa que adelanta una de las componentes del acorde siguiente ? la nota Mi. Una vez dentro del último compás, se utilizan elementos similares a los aplicados en ejemplos anteriores.
Comentarios finales
Como mencioné antes, el bajista debe ser inteligente para descubrir los huecos que dejan los instrumentos armónicos, generalmente teclados y guitarras. Considerando ese aspecto, vemos que en estos ejemplos, la base de acordes ofrece mucho espacio para expresarse. Ahora bien, no es cuestión de ocupar esos espacios agregando más y más notas; la idea es tomar los huecos o espacios para que la base de bajo pueda destacarse de alguna manera. El buen uso de los silencios, en combinación como notas colocadas en los lugares apropiados, nos permitirá crear líneas dinámicas e interesantes sin perder la fuerza necesaria para sostener, junto a la batería, toda la canción.
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